Es una pregunta que nos surge en algún momento de nuestra vida y que, a veces, parece ser una larga y eterna duda llena de incertidumbres y espera…
¿Cuál es mi propósito? ¿Cuál es mi misión?
¿Te has preguntado esto alguna vez?
A lo mejor estás ahora mismo haciéndote la pregunta y sintiéndo la profunda incertidumbre de no saber con claridad la respuesta. O a lo mejor tienes una respuesta, pero cuando te preguntas, ¿Cómo voy a hacer eso? vuelve a inundarte la incertidumbre…
Esta situación puede ser un ‘loop’ de duda que te atrapa. Tener una idea, visualizar, tener otra idea, visualizar, cambiar de idea, y sentir que al final no haces nada…
Recuerdo cuando me tocó decidir qué estudiar.
Fue una gran presión para mí elegir entre diferentes opciones de ‘carreras’ disponibles en el mercado académico. Yo quería encontrar aquello que iba alineado con mi misión en la vida, y hacer exactamente eso. Pasé mucho tiempo dándole vueltas a la pregunta en mi cabeza… ¿Qué será lo que vine a hacer?
Y el simple hecho de pensar en mi ‘misión en la vida’ me llevaba al incierto futuro y ahí, era fácil perderme en la duda ante las posibilidades infinitas.
¡Es que me gustan tantas cosas, yo puedo hacer tantas cosas!, pensaba una y otra vez. Y mi cabeza parecía estallar en pájaritos que querían salir volando en todas las direcciones.
¿Te has sentido así alguna vez?
La incertidumbre se calma en el momento en que dejo de afanarme por definir un propósito y misión en la vida.
Estar clara es una opción que tienes siempre.
Te soy franca, no siempre tengo certeza de qué es lo que voy a hacer o cómo lo voy a hacer. Aún hoy, cuando me senté a escribir este artículo no tenía certeza sobre qué es lo que iba a escribir.
Cuando hablo de la posibilidad de estar clara, no me refiero a saber qué hacer o cómo hacerlo todo el tiempo. La eterna posibilidad de estar clara es el poder de siempre saber el porqué.
Para ponerlo a prueba, te invito a preguntarte ahora mismo: ¿Por qué estás buscando tu propósito o tu misión?
Lo sabes muy bien. Toma nota de tu respuesta.
A lo mejor quieres vivir en un mundo diferente y quieres con todo tu corazón aportar al cambio, quizás es porque te sientes cansada de trabajar en algo que no te llena y quieres encontrar algo a lo que dedicarte que te haga verdaderamente felíz… pueden ser muchas las razones. Pero la tuya es única. Y desde muy adentro, te mueve a levantarte cada día y vivir.
Cuando sabes tu por qué, no necesitas esperar a que un propósito o una misión de vida se te revele.
Cada día simplemente recuerda tu porqué y decide lo siguiente: ¿Quién voy ser hoy para honrarlo? ¿Qué voy a hacer hoy para crearlo?
Mi porqué es vivir en un mundo donde las mujeres sean verdaderamente libres, yo quiero eso y quiero trabajar para que eso ocurra. En lugar de romperme la cabeza pensando cómo lo voy a hacer o abrumarme pensando que es es una tarea imposible… Yo decido hoy ser una mujer comprometida con su libertad que inspira a otras mujeres. Y voy compartir con otras mujeres una pieza de sabiduría que me ha impulsado a mí a ser más libre.
¿Qué vas a crear hoy?