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Ciclo Menstrual

La relación entre la violencia machista y el dolor menstrual

Seguro me has escuchado en muchas ocasiones hablando sobre la relación directa entre el dolor menstrual con la alimentación y la creatividad. (Si no, mira este video donde hablo de eso.)

Pero hay un aspecto adicional que hemos de observar cuando analizamos las causas del dolor menstrual: la violencia machista. Comencemos por mirar cuál es el rol de las fases pre-menstrual y menstrual en nuestrx cuerpx:

La naturaleza de la fase menstrual, así como la pre-menstrual, es procesar y revelar lo que hay en nuestra subconsciencia. Ellas son agentes que revelan “rollos internos” dentro del cuarto oscuro de nuestra psiquis.

Estas fases son expertas en proveer el medio químico -hormonal- preciso para emulsificar aquello que resistimos ver. Son fases que canalizan la profundidad, los secretos, las penas, lo oculto y lo reprimido. Contrario a la normalización del dolor en estas fases, el objetivo de ellas no es hacerte sufrir. El objetivo de estas fases es mantener tus canales energéticos descongestionados, para que el caudal de poder creativo que ERES pueda expresarse a través de ti.

Este es el gran propósito de las fases pre-menstrual y menstrual: mantenerte conectada con tu poder creativo.

Hay mucho condicionamiento alrededor de la ciclicidad, que quizás has ido transformando y puedes entender a lo que me refiero. Si, de lo contrario, para ti el ciclo es un doloroso martirio, puede ser hayas llegado aquí porque que tu ciclo te está llamando a dedicarle más cariñito, e integrar prácticas de transformación, para experimentar los dones de cada una de sus fases. Explora más sobre eso aquí: ¿En qué etapa estás en tu camino de ciclicidad consciente?

¿Ahora, qué efecto puede ejercer la violencia machista en relación con el dolor menstrual?

Gran parte de los mecanismos coercivos del sistema machista, se valen de filtrarse en el subconsciente de manera sutil y, casi imperceptible. 

VEAMOS UN EJEMPLO:

Si has trabajado con transformar la inseguridad personal, por ejemplo, ¿has adjudicado la causa a un evento particular y aislado que ocurrió en tu vida?

Lo más probable es que no sea un evento aislado, sino una serie de agresiones sutiles que se han compuesto a lo largo de la vida, reforzadas por la familia, las relaciones, la academia, el sistema legal, los medios de comunicación, el ambiente laboral, etc.

  • ¿Cuántas veces has estado en la situación en la que un hombre (*machista*) te va a entregar algo, pero antes de dártelo te dice: “¡Cuidao’, esto pesa!”, y cuando lo coges no pesa nada?
  • O que estás en la cocina y sacas de la alacena un envase de salsa de tomate en cristal para abrirlo, y de repente un hombre (*machista*) viene a quitártelo de las manos para “abrirlo por ti”, asumiendo automáticamente que tú no puedes. 
  • Cuántas veces has estado en una clase de educación física, o en un entrenamiento físico y le han llamado a una modificación de ejercicio, “push-up de mujer”.

Cada una de estas situaciones busca entregar un mensaje subconsciente: “ERES DÉBIL”, y repetírtelo en muchas instancias y formas cotidianas para que lo internalizes y lo creas. Y, desafortunadamente, están tan normalizadas en la cultura, que no se consideran como lo que son, violencias.

La repetición cotidiana de agresiones como esta en los sistemas sociales y culturales, pudieran tener un efecto en la expresión de nuestra verdadera fuerza y poder.

Más aún cuando están validadas por el sistema cultural, el cual dicta un sentido de pertenencia y de aceptación que a grandes rasgos dice: “Si quieres ser parte de la tribu, debes reconocer tu lugar como mujer débil.”

Esto alimenta y sostiene la ilusión fundacional del sistema patriarcal: “los hombres heterosexuales son superiores e imprescindibles.”

Sabemos en cada célula de nuestro ser que esa es una gran mentira. Pero, ¿cuánto nos duele recibir esta violencia, aún cuando estamos despiertas y podemos ver los mecanismos sutiles de opresión claros a la luz del día?

Si nos duele el bombardeo subconsciente de desvalorización hacia nuestra grandiosidad, nuestras fases pre-menstrual y menstrual van a reflejarlo.

Esta es la relación entre la violencia machista y el dolor menstrual. Mientras por un lado, nuestra naturaleza está infundiéndonos vitalidad, inspiración, poder y creatividad; la sociedad que navegamos está plagada de violencias y condicionamientos desempoderantes.

Por más imperceptible que sea esa violencia y ese dolor, por más normalizado y desapercibido que transite por nuestras realidades, nada se escapa a nuestras amadas fases menstrual y pre-menstrual que van a luchar por nosotras hasta el fin.

¿Cómo descongestionarme energéticamente de la violencia machista que pudiera influir en dolor menstrual?

1. Ten tiempo sagrado contigo todos los días.

Cadx unx de nosotrxs tiene una configuración energética diferente, no hay dos personas que tengan la misma identidad energética. Pero cuando estamos cerca otras personas, nuestras energías interactúan con lxs demás, creando otras configuraciones. Para algunas personas más que otras, dependiendo la definición energética de cada quién, pero todxs necesitamos tener tiempo diariamente donde podamos sentir nuestra propia energía sin la influencia externa de otrxs seres (incluyendo mascotas). Esto nos ayuda de por sí a descongestionar energías que hayamos recogido pero no son nuestras. Además, el sentirnos y recordar quienes somos nosotrxs individualmente nos empodera. Es usual que sientas más conexión con tu intuición y creatividad cuando estás practicando estos espacios cotidianamente.

2. Aprende sobre tu ciclicidad, y conecta con ella cotidianamente.

Autoconócete, observa las fases por las que transitas y familiarízate con ellas. Ya sean tus fases menstruales, los cambios estacionales o astrológicos. Enfoca en lo que el sistema machista quiere desenfocar. Y has lo que necesites hacer para amar y celebrar tu ciclicidad.

3. Muéve tu cuerpx de las maneras que más disfrutes.

Menéate para soltar todo lo que esté de más. Ya sea bailando, alzando pesas, cardio, yoga, brincando cuica, teniendo relaciones sexuales, nadando en la playa, tomando un masaje,… you name it. Queremos sacudir y mover cualquier energía que esté estancada, especialmente en el área pélvica, donde se tiene a acumular energía emocional.

4. Continúa ganando conciencia sobre las formas en que el sexismo se expresa.

Mientras más despierta estés, más vas a poder ver e identificar los diversos niveles de expresiones machistas. Continuar educándote es esencial para que estos condicionamientos no pasen desapercibidos, y continúes siendo un ente de cambio en los lugares donde estés. Algunas organizaciones locales favoritas para mantenerte al día son: Todas PR, Taller Salud, y Con(Sentimientos).

5. Rodéate de amistades anti-sexistas, y pasa tiempo de calidad con ellxs.

Necesitamos un respiro. Necesitamos estar también en espacios y rodeadas de personas que compartan la misma conciencia y donde nos sintamos seguras y respetadas incondicionalmente. Esto puede significar que tenemos que cortar relaciones que no nos añaden, y cultivar nuevos círculos de amistades que vayan a la par con quienes somos hoy.

6. Exprésate y/o busca apoyo.

Siempre y cuando estés en un contexto seguro, y sientas expresarte, date el permiso para alzar tu voz y confrontar la violencia. Tu voz es poderosa y puede generar cambios grandiosos en los espacios donde estás, siempre que sea tu deseo genuino expresarte. Nunca debes sentir que expresarte ante cada violencia o injusticia que ves es tu responsabilidad. Por que la responsabilidad es de TODXS, y no es saludable para una sola persona asumir la carga. Tomar pausas de la lucha cotidiana, es parte también de tu autocuidado, te queremos saludable.

Tú no mereces recibir ningún tipo de violencia. Si te sientes que tu seguridad está amenazada, consulta este directorio y contacta la red de apoyo más cerca de ti.


En la medida en que estemos siendo fieles a nuestra verdadera naturaleza, no a la condicionada; en la medida que despertamos más y más a ver los mecanismos invisibles de opresión; en la medida en que nos abrimos al trabajo sagrado de descongestión energética cíclica, nos sentimos más conectadas con lo que ansiamos y lo que somos en verdad.

Y desde ahí, podemos continuar disfrutando los dones de nuestra ciclicidad de una forma expansiva y progresivamente liberadora.

Photo by Wepe Receh



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